Discusiones, pasajeras. O, no

Cuando estamos en pareja es natural tener discusiones. ¿Quién no las ha tenido?

Para aquellos que recién comienzan una relación una pelea o algo parecido, puede llegar a ser doloroso. Probablemente más para la mujer. Ya que somos la mayoría extremadamente sensibles, y todo lo tomamos muy a pecho.

Sobre todo cuando esta relación se inicia, esperamos que el mundo a nuestro alrededor sea ideal. ¿Es normal, no?

Los primeros meses siempre se está en las nubes. O, así debería ser.

¿Qué pasa cuando surgen discusiones en aquellos inicios…?

De todas formas, no estoy diciendo que a los hombres no les afecte.

Pero, hablo desde mi punto de vista.

Y este es, que cuando se genera un problema, por X razón las mujeres solemos entrar en pánico. “¿Y ahora me dejará?”

Pregunta tan usual, creo. Que está en mente la mayoría de las mujeres. “¿Qué hago si me deja?” Aquella pregunta, pienso, es un signo de dependencia.

Que debemos evitar.

Somos mujeres independientes, podemos ser muchas cosas a la vez:

Trabajadoras, madres, esposas.

Si caemos en la dependencia. ¿Qué nos queda?

Vayamos al caso de que la persona con la que estamos, nos deje.

Entonces, si somos mujeres independientes, con un trabajo estable, con el cual nos podemos mantener; ser autosuficientes. La ruptura será dura, pero tendremos motivos por los cuales continuar.

Y algo que no debemos olvidar, es que somos hermosas. Aunque estemos tristes, por dicha ruptura, hay que tener en cuenta que valemos por nosotras mismas.

Y aquello se logra con nuestra independencia.   

Las discusiones, son solo eso. Discusiones.

Algunas, pueden ser pasajeras; si es que el amor tiene una base sólida. Otras, no.

Lo importante es no bajar la guardia. Mantenernos firmes en nuestras convicciones.

Pero eso sí. No dejarnos llevar por los arrebatos de la ira o el enojo.

Tratar de pensar con la cabeza en frío. Y, razonar correctamente.

Dar un respuesta coherente es lo mejor que se puede hacer en estos casos.

Derrumbarnos por una pelea, es en vano. Lo esencial es que, si el amor es verdadero, no solo conversar el tema a tratar, sino que también llegar a un acuerdo.

Un acuerdo, donde ambos estén conformes.

Y al final el problema se resuelva.

María Teresa Ciocchi.