Vestirse con una sonrisa

Hay una realidad hoy en día…
Cuando entramos a un negocio de ropa, sea cual sea, los talles de los mismos siempre son pequeños. Por no decir, diminutos. O, extra diminutos.
Al menos en Argentina, las mujeres, no somos la mayoría delgadas, a lo que apunto es que no en extremo. Es decir, no encajamos en la categoría “Ropa diminuta”
¿Cuántas han entrado a un negocio de ropa de marca y han salido sin una sola prenda?
Yo, al menos por mi parte, incontables veces.
Admito que es frustrante, quizás hasta deprimente en algunos casos.
Todos los negocios de ropa deberían tener todo tipo de talles.
Es más, sacaría una ley; si fuese por mí. (Creo que existe. Les pondré una multa)
Pero la realidad de hoy en día de la industria de ropa lamentablemente es terrible.
No estoy en contra de los negocios donde se venden ropa de marca. Por el contrario, me encantan. Pero, si vamos al caso que estamos tratando…
¿Cómo encontrar una prenda que te vaya bien y además te guste?
Sabiendo claro, los problemas que suponen estos negocios.
Tarde o temprano nos cuestionamos, ¿Algo va mal con mi cuerpo?
Y tristemente así muchas mujeres caen fácilmente en algún trastorno alimenticio.
A veces me da por pensar que lo hacen a propósito, crean los talles pequeños para que las mujeres adelgacen. Es como un círculo vicioso.
Bajar cada vez más hasta que la ropa nos queda perfecta. Como un maniquí que se puede observar desde la vidriera.
No somos maniquíes. Somos personas reales. Y no valemos por el físico, y mucho menos por la prenda que usemos.
Admito que darnos cuenta de ello es complicado.
La sociedad sobretodo nos inculca inconscientemente que todas mujeres debemos vernos bien.
Este fenómeno no solo podemos verlo en los negocios de ropa. Sino también en la televisión. Las modelos de pasarela son esqueletos caminando. ¿Es que la sociedad considera a aquellas mujeres en su extrema delgadez bellas?
Y es, a temprana edad, donde muchas mujeres tendemos a preocuparnos por nuestro cuerpo.
Y sí, definitivamente estos negocios de ropa no colaboran.
Quizás, en personalidades frágiles produzcan baja autoestima, depresión; falta de interés en uno mismo.
Y una, termina en una tristeza absoluta. Que al principio quizás no comprendamos el porqué de este sentimiento. Y le demos vueltas al tema sin parar.
Tal vez, sea el momento de olvidarnos del físico, empezar a gustarnos a nosotros mismos tal cual somos; ya que de aquella forma no importa la prenda que utilicemos siempre nos quedara bien…. Mientras la luzcamos con una sonrisa.

María Teresa Ciocchi

1 comentarios:

  1. Hola encontré tu blog y me gusto así que me quedo, saludos de tu nueva seguidora ^^

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