¿Qué no lleva a sucumbir ante
aquel estado? Me pregunto.
Solemos encontrar errores una y
otra vez, en cualquier acto que realicemos. Dicho y hecho, me pasa a mí con la
escritura. Siempre estoy inconforme.
¿Por qué el inconformismo tiene
que estar siempre presente?
¿Por qué tenemos que arrástralo
con nosotros y tiene que doler tanto? ¿Soy la única acaso…?
Este tema me lleva a realizarme
una cantidad infinita de preguntas. Y es que, en el caso del
inconformismo me resulta extraño encontrar solución.
Quizás lo que lleve a una persona
a ser inconformista sea aquella falta de insatisfacción personal.
Algo esta fallando dentro nuestro,
pero ¿Qué?
Muchos dirían que el apoyo
terapéutico sirve en estos casos, y puede que sí. Depende básicamente de la
persona en cuestión. Cada uno, debe encontrar sus
propios métodos de ayuda. Somos quienes tenemos las
herramientas necesarias para salir adelante, superar aquello que no nos
satisfaga. Y al final estar conformes. Pero algo si es certero. No nos
quedemos en silencio. El silencio puede matarnos. Morimos poco a poco con cada
palabra que nos guardamos.
Tal vez…
No estemos conformando con poco.
Y ello nos deje insatisfechos. O puede que no estemos valorando
lo suficiente lo que tenemos.
He aquí un par de razones. ¿Cuál es la correcta según
ustedes?
También la raíz del problema sea
que algo en nuestro interior falte.
Nos sentimos solos. Y hablo de
sentir y no de estar. Pues, hay una gran diferente
entre ellos.
Sentirse solo, es estar rodeado
de gente y aun así estar inmersos en aquel estado de soledad.
Cuando nos sentimos solos quizás
sea más fácil estar inconforme con la vida en general.
Pero tener una personalidad
inconforme tiene sus ventajas. De alguna estamos puliendo todo aquello que nos
parece que debemos corregir. Así, deberíamos ser inconformes
hasta cierto grado. Porque, por más que intentemos,
siempre habrá algo a lo que le encontremos un error. Y ello, forma parte de la
vida.
Tal vez, podríamos empezar a ser
un poco más positivos. Y de aquella forma conformarnos
no solo con lo que tenemos, sino que pronto encontraremos, con el tiempo y
paciencia; al mucho mejor de lo que esperamos.
¿Es extraño, no? Pero, este texto
sigue sin conformarme.
María Teresa Ciocchi.
No eres la única, aunque yo he ido bajando mi nivel de inconformismo, con mis obras he aprendido a tener paciencia, ya que por el apuro a veces no quedaban como querían, además debo conocer mis limitaciones y de apoco trabajarlas. Además hay que ser feliz con lo que se tiene, no con lo que se puede tener. Un abrazo.
ResponderEliminarUn entrenador de fútbol colombiano decía : "quien está satisfecho está pagando la cuota inicial de la decandencia". Hay que ser inconformistas, claro. Besos
ResponderEliminar